miércoles, 20 de junio de 2012

Creencias

La mayoría de la gente no se da cuenta que tiene el control sobre sus creencias. Observan las cosas que suceden alrededor y las evalúan pero usualmente sienten que no pueden controlar la creencia que se formula a partir de ellas. Pasan sus vidas poniendo los eventos en dos categorías , bueno o malo, correcto o incorrecto,deseado o rechazado, pero raramente entienden que tienen la habilidad de controlar la experiencia personal con esos eventos. No tenemos control sobre las cosas de la realidad, pero sí tenemos el control de elegir como sentirnos con ellas. Cuando ofrecemos resistencia a las cosas que nos parecen "malas" no deseables" ponemos el foco en ellas y lo único que producimos es acrecentar mas de lo mismo. la mejor forma de salirse de este círculo vicioso es cambiar de interruptor, salirse de ese lugar lo antes posible y poner el foco en lo que verdaderamente queremos! Podemos empezar haciendo un ejercicio práctico: cada vez que reconozcamos que algo nos hace "ruido" en nuestro interior, nos está perturbando, entonces, detenernos y observar, realmente detenernos, hacer un tiempo fuera. Pensar en hacer una tarea para salirse de esto: tomarnos unos minutos a solas con nosotros mismos y empezar a detectar donde pusimos el foco, seguramente estamos poniendo el foco en algo "problema", en la "falta de algo que no tenemos todavía" esto no se lleva bien con nuestra esencia, que todo lo puede, de nuestro potencial ilimitado, y es por eso que no se siente bien. Una vez que lo detectamos entonces, podemos cambiar el foco: VAYAMOS POR LO QUE QUEREMOS! enfoquemos visualmente donde queremos estar, sintamos con la mayor precisión como queremos que sea esta realidad, pongamosle el mayor detalle posible.la mejor manera de saber si estamos siendo efectivos en este intento es chequear como se siente, como nos sentimos. La forma en que nos sentimos es el indicador si nos hemos alineado con nuestra fuente, nuestra esencia. En otras palabras nuestras emociones nos dejan saber si estamos permitiendo entrar a nuestras vidas lo que queremos, o si nos estamos resistiendo a lo que NO queremos. Si se siente una emoción agradable en sintonía con nuestra esencia, es que estamos conectados entonces lo hemos logrado!

sábado, 9 de junio de 2012

Carmen De Areco

Luciana, mamá de Simón fue en esta ocasión la mamá inspiradora. En cada lugar que el mensaje prende se gesta una semilla, la llevan estos papás, así como en Jujuy fue jorge "el oso" Peñaloza, en Salta Jime Resina, en Mar Del Plata Antonietta Barbini,en Dolores, los papás de mateo, en Ayacucho Marcos,en Córdoba Mariana Dotti y Roxana Bertone, en Tucumán Brenda,como Daniela Techera en Uruguay, ahora en Viedma Carlos y Roxana,y muchos más.Algunos que no conozco personalmente, y otros que están gestando la intención de recorrer este camino, y llevar el mensaje a los demás. Padres, profesionales, personas que quieren ver las cosas desde otro lugar, sin dudas cada vez somos más. Luciana no está sola,cuenta con su marido y un equipo de jugadores de su hijo increíble. Organizaron un evento impresionante, cuidando hasta el mas mínimo detalle. Cuando las personas "trabajan" con un fin común,con pasión, con tanta energía, se percibe una sinergia impresionante. Uno ve cuanto poder se puede tener en el buen sentido, poder de cambiar la realidad de la vida de un niño, poder de ser parte de milagros todos los días, poder de empezar a transformar las cosas no solo para un niño, para una comunidad. De eso se trata...

lunes, 4 de junio de 2012

Un niño de Helen Buckley

“Una vez el pequeño niño fue a la escuela. Era muy pequeñito y la escuela muy grande. Pero cuando el pequeño niño descubrió que podía ir a su clase con sólo entrar por la puerta del frente, se sintió feliz. Una mañana, estando el pequeño niño en la escuela, su maestra dijo: Hoy vamos a hacer un dibujo. Qué bueno- pensó el niño, a él le gustaba mucho dibujar, él podía hacer muchas cosas: leones y tigres, gallinas y vacas, trenes y botes. Sacó su caja de colores y comenzó a dibujar. Pero la maestra dijo: - Esperen, no es hora de empezar, y ella esperó a que todos estuvieran preparados. Ahora, dijo la maestra, vamos a dibujar flores. ¡Qué bueno! - pensó el niño, - me gusta mucho dibujar flores, y empezó a dibujar preciosas flores con sus colores. Pero la maestra dijo: - Esperen, yo les enseñaré cómo, y dibujó una flor roja con un tallo verde. El pequeño miró la flor de la maestra y después miró la suya, a él le gustaba más su flor que la de la maestra, pero no dijo nada y comenzó a dibujar una flor roja con un tallo verde igual a la de su maestra. Otro día cuando el pequeño niño entraba a su clase, la maestra dijo: Hoy vamos a hacer algo con barro. ¡Qué bueno! pensó el niño, me gusta mucho el barro. Él podía hacer muchas cosas con el barro: serpientes y elefantes, ratones y muñecos, camiones y carros y comenzó a estirar su bola de barro. Pero la maestra dijo: - Esperen, no es hora de comenzar y luego esperó a que todos estuvieran preparados. Ahora, dijo la maestra, vamos a moldear un plato. ¡Qué bueno! pensó el niño. A mí me gusta mucho hacer platos y comenzó a construir platos de distintas formas y tamaños. Pero la maestra dijo: -Esperen, yo les enseñaré cómo y ella les enseñó a todos cómo hacer un profundo plato. -Aquí tienen, dijo la maestra, ahora pueden comenzar. El pequeño niño miró el plato de la maestra y después miró el suyo. A él le gustaba más su plato, pero no dijo nada y comenzó a hacer uno igual al de su maestra. Y muy pronto el pequeño niño aprendió a esperar y mirar, a hacer cosas iguales a las de su maestra y dejó de hacer cosas que surgían de sus propias ideas. Ocurrió que un día, su familia, se mudó a otra casa y el pequeño comenzó a ir a otra escuela. En su primer día de clase, la maestra dijo: Hoy vamos a hacer un dibujo. Qué bueno pensó el pequeño niño y esperó que la maestra le dijera qué hacer. Pero la maestra no dijo nada, sólo caminaba dentro del salón. Cuando llegó hasta el pequeño niño ella dijo: ¿No quieres empezar tu dibujo? Sí, dijo el pequeño ¿qué vamos a hacer? No sé hasta que tú no lo hagas, dijo la maestra. ¿Y cómo lo hago? - preguntó. Como tú quieras contestó. ¿Y de cualquier color? De cualquier color dijo la maestra. Si todos hacemos el mismo dibujo y usamos los mismos colores, ¿cómo voy a saber cuál es cuál y quién lo hizo? Yo no sé, dijo el pequeño niño, y comenzó a dibujar una flor roja con el tallo verde.”

sábado, 2 de junio de 2012

Ayacucho

Marcos y Fabiana son papás comunes. Viven en Ayacucho, en una casa sencilla junto a su hijo Mati. Mati tiene unos ojos hermosos y tiene autismo. Marcos y fabiana no tienen mucho apoyo de su familia, como la mayoría de nosotros. A veces se sienten que están luchando contra molinos de viento, a veces se sienten solos. Cuando a Fabiana viajó a Mar Del Plata para que evaluaran a su hijo, el médico que lo observó le dió la noticia junto con la sentencia, Su hijo tiene AUTISMO. Cuando ella le preguntó que hacía, el le respondió que había que tener mucho dinero para poder hacer algo. No era el caso de Fabiana. Así se subió a un micro, de regreso a Ayacucho, sola, sin saber por donde empezar, confundida. Marcos todavía tiene dolor por lo que les pasa, pero no resignación. Cuando escuchó la charla que dimos en noviembre del año pasado en Mar Del Plata, algo cambió. Creyó que se podía. Creyó, y empezó a buscar personas que creyeran con él. Fabiana también cree. La municipalidad, el intendente, el secretario de salud junto con la gente de cultura y educación lo escucharon y se pusieron manos a la obra. Para el dos de abril iluminaron la municipalidad de azul, pero comprendieron que esto solo no alcanzaba para la toma de conciencia. Entonces armaron un proyecto de trabajo en las escuelas secundarias sobre la temática y pensaron en la charla de PAMPA como cierre. Pero afortunadamente las personas que tienen ganas de generar cambios y tienen la posibilidad de hacerlo por los cargos que ocupan, se comprometieron a mas. "Esto es el comienzo, no el cierre" nos dijeron. y también se comprometieron firmemente en armar un proyecto de detección precoz, alarmados por las cifras crecientes de casos de autismo. En Ayacucho hay mucha gente con ganas de hacer. Los padres podemos inspirar a generar estas iniciativas. Todo empezó con un papá...