HACER FELIZ A ALGUIEN

Dentro del Option Process, que es el pilar de toda la filosofía del método Son Rise, se considera que el hecho de que "podemos hacer feliz a alguien" no es así. En su libro la felicidad se elige, Barry Neil Kaufman dice que nadie tiene el poder de causar desdicha a los demás. Esto tiene que ver con que por mas que alguien por ejemplo nos diga algo que podríamos decir "me hizo poner triste" en realidad uno elige que hacer con lo que la persona hizo o dijo. Esto es cierto, ya que por mas que alguien por ejemplo nos diga que feo te quedó ese peinado, si a mi me encanta, es probable que el comentario no me afecte, o si creo que la persona que lo dice está desactualizada, su comentario no va a tener efecto en mi. Esto muestra lo relativo del hecho en sí, antes de pasar por el filtro de nuestras creencias. Pero creo que hay dos aspectos a tener en cuenta de todos modos . En esa parte del libro hice mi anotación de costado ya que me surgía la gran duda sobre este tema, si a un niño se le dice constantemente sos un inútil, no servís para nada, todo lo hacés mal, creo que esto nos da el poder de hacer de un niño un niño infeliz. También creo que hay que estar en un grado importante de avance en el camino personal hacia la felicidad para poder sentirse bien como adulto si las personas que son importantes para nosotros y que queremos nos dicen cosas "desagradables" . Confieso que cuando algo así me sucede, tengo que procesar esa información y buscar creencias que puedan amortizar un poco esto. Me cuesta muchísimo y no puedo evitar por ahora sentirme muy triste. Seguramente Bears (Kaufman) no estaría de acuerdo conmigo y me haría un DIALOGUE ( el proceso para encontrar las creencias y elegir cambiarlas) pero hoy me cuesta mucho estar bien cuando cosas como estas me suceden. Mas allá del proceso, el cual en la teoría está adquirido pero no todavía en la práctica y al que deberé llegar para poder ser feliz a pesar de este tipo de cosas, creo que si puedo sacar una conclusión interesante y quizás sirva a otros también. y es que por mas que yo no sea responsable de la felicidad de los otros ni de su infelicidad, a veces con pequeñas cosas puedo seguramente sumar positivamente en ellas, por supuesto con total honestidad. por ejemplo me puedo enfocar en las cosas positivas que esa personas tiene ( siempre las hay) puedo sin dudas colaborar a que la persona se sienta mejor. No hay necesidad de decir o hacer algo que no va a aportar en el crecimiento de ninguno. Muchas veces escucho soy honesto y digo lo que pienso y si al otro le molesta es asunto de él. Esta muy bien querer inspirar a otros a revisar algunas actitudes que pueden ser poco útiles, y a veces esa persona se puede sentir incómoda o triste por nuestra acción o comentario. Pero la persona que se dice honesta debería preguntarse primero desde donde parte su honestidad. Es de verdad queriendo lo mejor para la otra persona? O es solo para sacarse la rabia de algo que le molesta de ella, algo que no tolera? es de verdad con amor el comentario? quiere lo mejor para esa persona? si no es así, el ser honesto parte del egoísmo , de las ganas de mostrar cierto grado de superioridad y muchas veces de mostrar que se tiene razón en algo. Esto no lleva a ningún lugar de crecimiento para ninguna de las dos partes. El Dalai Lama en un párrafo del libro el arte de la compasión dice: ..."debemos permanecer alerta para distinguir entre la arrogancia negativa y el orgullo positivo. Eso también forma parte del entrenamiento mental. En la práctica, cuando se apodera de mí un sentimiento de arrogancia, «¡Oh, soy alguien especial!», me digo a mí mismo: «Es cierto que soy un ser humano y un monje budista. Por tanto, tengo la oportunidad de llegar hasta el reino del Buda a través del sendero espiritual». Luego me comparo con algún insecto que tenga delante de mí y pienso: «Este pequeño insecto es un ser muy débil, carece de la capacidad de discernimiento sobre asuntos filosóficos. Es incapaz de demostrar altruismo. A pesar de la oportunidad que tengo ante mí, exhibo su misma estupidez». Juzgándome desde este punto de vista, el insecto es definitivamente mucho más honesto y sincero que yo". En resumen: Las personas pueden elegir sentirse felices o tristes con lo que yo haga o diga, pero claramente mis acciones pueden inspirarlas a elegir sentirse mejor y puedo colaborar a que un niño o a un adulto se sienta mejor también.