domingo, 2 de diciembre de 2012

Por qué meditar

Cuando medito es notable como surgen ideas, la creatividad, soluciones a problemas, cambios de perspectivas. En realidad no es el fin en si mismo de la meditación, por lo menos la meditación de Vipassana y Mindfulness ni lo es tampoco como se cree el alcanzar el Nirvana. El Nirvana es lo que se llama al estado de iluminación. En realidad si la persona que medita lo hace para lograrlo, lo hace desde la mente y por lo tanto es su ego el que quiere hacerlo por lo que el Nirvana nada tiene que ver con eso. Lo que busca la meditación es lograr el cese del sufrimiento. El concepto de sufrimiento es amplio, no solo el sufrimiento puntual, cuando sufrimos por una causa determinada Sufrimiento se refiere a todos los estados en los que nos sentimos incómodos, el enojo, la ansiedad, la tristeza, la angustia, los nervios, el miedo, son sentimientos de infelicidad. La meditación es la forma de entender en la práctica como nos apegamos a lo placentero y rechazamos lo que no deseamos, las dos polaridades, deseo y aversión, deseo entendido como apego no es que desear sea "malo" lo que no es positivo es apegarnos a los que nos produce placer. y también rechazar lo que nos produce dolor o incomodidad. el estado que busca la meditación es la ecuanimidad. Mientras medito observo muchas veces la ansiedad, observo la tristeza, observo el apego y entonces al observarlos sin resistirlo, por ejemplo me doy cuenta de como nada es permanente, que todo surge y desparece. Es poder observar por ejemplo donde se localiza la ansiedad en mi cuerpo, la forna que tiene la tristeza ocupan un espacio por así decirlo dentro del cuerpo, estas emociones no colaboran con los estados de felicidad, de amor que en ausencia de estos sentimientos surge espontáneamente, otro aspecto que surge espontáneamente es la intuición la capacidad de tener respuestas con certeza a ciertas preguntas que nos hacemos. Meditar no es un proceso fácil, por lo menos al principio, observar como la mente hace lo que quiere, absolutamente fuera de nuestro control y poder traerla con cariño de nuevo al presente es un gran desafío, en ese momento surgen el enojo, la impaciencia, la intolerancia, y son otras cosas a observar del mismo proceso, me doy cuenta que cada vez menos aparecen esas sensaciones, y cada vez son menos duraderas. Es probable que haya otros caminos para llegar al cese del sufrimiento no es que haya una única forma., solo la experiencia nos da la respuesta.