sábado, 2 de junio de 2012

Ayacucho

Marcos y Fabiana son papás comunes. Viven en Ayacucho, en una casa sencilla junto a su hijo Mati. Mati tiene unos ojos hermosos y tiene autismo. Marcos y fabiana no tienen mucho apoyo de su familia, como la mayoría de nosotros. A veces se sienten que están luchando contra molinos de viento, a veces se sienten solos. Cuando a Fabiana viajó a Mar Del Plata para que evaluaran a su hijo, el médico que lo observó le dió la noticia junto con la sentencia, Su hijo tiene AUTISMO. Cuando ella le preguntó que hacía, el le respondió que había que tener mucho dinero para poder hacer algo. No era el caso de Fabiana. Así se subió a un micro, de regreso a Ayacucho, sola, sin saber por donde empezar, confundida. Marcos todavía tiene dolor por lo que les pasa, pero no resignación. Cuando escuchó la charla que dimos en noviembre del año pasado en Mar Del Plata, algo cambió. Creyó que se podía. Creyó, y empezó a buscar personas que creyeran con él. Fabiana también cree. La municipalidad, el intendente, el secretario de salud junto con la gente de cultura y educación lo escucharon y se pusieron manos a la obra. Para el dos de abril iluminaron la municipalidad de azul, pero comprendieron que esto solo no alcanzaba para la toma de conciencia. Entonces armaron un proyecto de trabajo en las escuelas secundarias sobre la temática y pensaron en la charla de PAMPA como cierre. Pero afortunadamente las personas que tienen ganas de generar cambios y tienen la posibilidad de hacerlo por los cargos que ocupan, se comprometieron a mas. "Esto es el comienzo, no el cierre" nos dijeron. y también se comprometieron firmemente en armar un proyecto de detección precoz, alarmados por las cifras crecientes de casos de autismo. En Ayacucho hay mucha gente con ganas de hacer. Los padres podemos inspirar a generar estas iniciativas. Todo empezó con un papá...

1 comentario:

gracias por comentar, tu opinión es importante y nos gusta saber que compartimos (o no) el camino