martes, 9 de marzo de 2010

No se trata del juguete

No se trata del juguete




Cuando le damos objetos muy motivantes al niño, ellos prestan más atención al juguete que a nosotros. No hay nada de malo en eso sólo que se pierde un gran porcentaje de posibilidades de interacción.

Juguetes y juegos deben ser el vehículo para posibilitar la interacción.

Si al niño le gusta mikey, la idea no es ir a la juguetería y comprar todos los mikeys que tenga. Con un simple títere de Mickey y practicar la voz de mikey le cantamos una canción referida a mikey y hacemos todos los intentos de parecernos a mikey. Queremos ser la cosa por la que él esté interesado.

Cuando ponemos el énfasis en el juguete o en el juego en lugar de en nosotros, le estamos diciendo: “vas a disfrutar de esto mas que de mí”

No quiere decir que no usemos juguetes. Lo que decimos es que si estamos jugando con el niño para lograr una interacción social, queremos ser el juguete más motivador del lugar.

El objetivo es que él desee jugar con nosotros, darle mas razones para que se relacione con nosotros.

La razón por la que los juguetes nuevos son tan atractivos es por la novedad, y por esto distraen al niño más de lo que pueden servir de soporte. Debemos elegir juguetes que contribuyan a la relación persona-persona.

Por ejemplo: disfraces, máscaras, papeles y marcadores, lienzos y almohadas, títeres pelotas, comidas de plástico.

Debemos pensar en ellos como herramientas, más que motivadores. Eso es lo que debemos ser nosotros.

Cuando decimos que no se trata del juguete, es precisamente eso. Nosotros somos más dinámicos, útiles, interesantes y divertidos que cualquier juguete que se pueda crear.

Y además, ningún juguete puede enseñar al niño a ser una criatura social, solo las personas podemos hacer eso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

gracias por comentar, tu opinión es importante y nos gusta saber que compartimos (o no) el camino