viernes, 8 de septiembre de 2017

En palabras de Raun
August 30, 2016

Raun K. Kaufman
¿Por que las cosas suceden como suceden? Frecuentemente me pregunto, porque paso un determinado hecho en mi vida. Y me doy cuenta que en el gran panorama nunca voy a poder saber porque las cosas suceden o cual es el gran plan para nosotros. Creo, sin embargo, que cada evento nos ofrece una forma de cambiar nosotros mismos y nuestras vidas, sea más leve o mas dramáticamente. Aun cuando no podamos ver la gran razón cósmica de cómo el mundo funciona, podemos darle a los hechos significado según lo que hagamos con ellos.
Cuando fui diagnosticado con autismo severo y un coeficiente intelectual debajo de 30, mis padres fueron instados a cada paso a ver este evento como una tragedia. A veces me imagino lo diferente que podría haber sido mi vida. Ese pequeño niño sin habla, sin habilidad para, ni deseo de interactuar con el resto del mundo, podría haber seguido la trayectoria de muchos otros como yo, que recibieron una sentencia de por vida. Más aun, mis padres podrían haber dedicado sus vidas a hacer un duelo por el niño sin autismo que podrían haber tenido, viendo mi autismo como otro hecho sin significado ni explicación.
Lo que cambio todo fue una perspectiva salvajemente diferente y nunca oída. Mis padres decidieron no aceptar ver el autismo como una catástrofe sin explicación. En lugar de eso, decidieron ver belleza donde otros veían tragedia, luz donde otros veían oscuridad, esperanza donde otros veían puertas cerradas. Vieron la posibilidad de encontrar grandeza en algo considerado incuestionablemente triste. Esta perspectiva, combinada con una pasión implacable, les permitió a mis padres ayudarme a atravesar una metamorfosis espectacular y emerger desde mi autismo sin trazas de mi anterior condición.
Cuando pienso en como mis padres manejaron mi autismo, veo el tremendo rol que desempeñamos en cada evento que afrontamos. No es mi recuperación lo que hizo que el evento de mi autismo sea sorprendente y significativo (aunque, debo decir que estoy contento con el resultado). En realidad, fue la actitud abierta de mente de mis padres frente a mi condición y su deseo de encontrar significado en ello, independientemente de cómo resultara todo finalmente. No tenes que “curar” a tu niño especial para que su ser especial tenga significado y valor. El valor no reside en los resultados sino en como tratas la situación y a tu hijo.
Todos debemos afrontar la pregunta de que es y que no es posible. He tenido muchas veces en mi vida en las que no me he atrevido a intentar algo porque pensé que era imposible. Otras veces me encuentro a mi mismo pensando de esta forma y me doy cuenta de que es precisamente el tipo de pensamiento que me hubiera hecho estar en una institución por el resto de mi vida. Si hay algo que la vida me enseño, es que dividir entre posible e imposible existe solo en los confines de nuestra mente. De hecho, he descubierto que soy Yo, mas que las situaciones externas, mi propio y mayor limitante.
Una frase que los padres de niños especiales escuchan más que nadie es “eso es imposible”. Los “expertos” llenaron a mis padres de pronósticos como “sin esperanza”, “irreversible”, “inalcanzable”, e “incurable”. Todo lo que ellos tenían que hacer era creer en esas personas (algo no muy difícil, ya que tenían mucha evidencia que respaldaba sus opiniones), y mi camino hubiera terminado allí. En lugar de eso, ellos desafiaron a los proveedores de pesimismo, descreyeron de sus pronósticos, y se agarraron fuerte de la creencia de que ellos al menos podían hacer un intento, con lo que hasta entonces el mundo, consideraba imposible. Sea lo que sea que te hayan dicho sobre lo oscuro del futuro de tu hijo, no lo compres. Vos y tu hijo pueden hacer muchas más cosas de lo que un extraño pueda saber.
Algunos pueden decir que estoy creando “falsas esperanzas”. Algunos pueden decir que no puedo garantizar que todos los niños van a ser como yo. Es cierto. Nadie puede garantizar eso. Pero ¿eso significa que se debe impedir que los padres tengan esperanza en sus hijos? ¿Alguien cree realmente que un niño está mejor con una sentencia de por vida tiene que con una puerta abierta y una mano tendida?
Cuando fui diagnosticado con autismo severo, mis padres decidieron ver posibilidades donde otros no las veían, y desde esa perspectiva, posibilitaron mi total recuperación. Cuando me gradué en la Universidad de Brown con un titulo de Etica Biomedica, fue el resultado de la esperanza. Cuando me transformé en director de un centro de niños en edad escolar, fue producto de la esperanza. Y hoy, como Director Global de Educacion del Centro de Tratamiento del Autismo America, no hay una sola clase que dicte o un seminario que lidere que pudiera ser posible sin la esperanza. No creo que ningún padre deba jamás disculparse por darle a su hijo una oportunidad. La esperanza conduce a la acción, y sin acción, ninguno de nuestros niños puede ser ayudado.
Toda vez que enfrentemos posibilidades que parecen insuperables y que el escepticismo parezca infinito, podemos recordar las palabras de Bobby Kennedy: “Algunos ven las cosas como son y se preguntan “¿por qué?”. Yo sueño cosas que nunca existieron y me pregunto “¿por qué no?” Siempre podes preguntarte “¿Por qué no?” cuando te dicen que no podes lograr algo. Siempre podes ver lo que nunca existió cuando te muestren evidencia en contra de lo que soñas. Siempre podes alcanzar nuevas posibilidades cuando tenes una visión diferente para tu hijo. Deja que los demás vivan sus vidas, pero no dejes que vivan la tuya. Tenes mayor grandeza de lo que podes creer.

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