Después de un año de SonRise...

Anoche cuando fui a ver a Franco a su dormitorio, ya se había quedado dormido. Su cabeza descansaba entre sus dos osos rosas y tenía una sonrisa. Pensaba en que probablemente si no hubiera hecho este proceso de cambio en mi vida, sólo hubiera visto un nene “grande ya” para estar acurrucado entre dos osos y encima ¡dos osos rosas! ¡Él, que es varón! me hubiera perdido de ver la belleza de este cuadro: un niño sonriendo dormido plácidamente entre dos osos enormes que lo cobijan. Un niño que disfruta de su día desde que se levanta con una sonrisa hasta que se va a dormir cansado de tanto hacer lo que le gusta. Después de un año veo un Franco que aprendió a interesarse en un mundo que hasta hace poco tiempo le era hostil. Que puede decir “no” cuando le pregunto si quiere comer postre. Que puede llamarme “maaa” o “mami” para que le lleve bananas al playroom o que puede decir “si” si le pregunto si quiere escuchar música.
Que abraza sin que se lo pidan, que contesta preguntas como ¿quién viene ahora? O ¿con quién estuviste ayer? Que se pone solo las pantuflas a la mañana sin que nadie se lo diga
Después de un año de Sonrise ( bah, mas o menos un año) dejé de preocuparme por el tiempo, no me interesan los plazos, recuerdo que antes de ir al Option pensaba: bueno, yo pruebo tres años y si no va dejamos, pero ahora ya no es cuestión de tiempo.
Después de un año, ya no estoy sola, otros padres recorren el camino y estamos unidos en CEUPA y en la vida, como si nos conociéramos de siempre.
volví al Option y esta vez con este grupo maravilloso con quienes conviví cinco días inolvidables.
después de un año de Sonrise, empezamos a contarle a otros padres de que se trataba, primero a cincuenta despues a ciento cincuenta y por último a doscientos cincuenta.
Me llegan comentarios a este blog desde todos los lugares y siento que podemos hacer algo, me emociono cada vez que alguien me cuenta que probó algo de lo que leyó y le funcionó.
Veo todo de nuevo, desde otro lugar, tratando de no juzgar, ni a mí ni a los demás, de aceptar a todos tal cuál somos, y a entender que hacemos lo mejor que podemos. Es un aprendizaje diario y es mi intención: tratar de estar presente en el aquí y ahora, dedicar tiempo a lo que me gusta como leer, bailar árabe o español, tomar sol, pintar, meditar, disfrutar mas de mi hija…