martes, 5 de julio de 2011

Jugando con Matías


Si algo faltaba en este recorrido era conocer a Matías. Un sol de ocho años, en tercer grado, con un lenguaje y comprensión increíbles. Mati me recibió con un caluroso abrazo, me estaba esperando desde hace rato. Su mamá, Marie, le había contado que iba a ir. Me llevó a su cuarto, y mientras cerraba la puerta le dijo: nos vemos a las once. Mati es un nene que sabe que tiene...o mejor dicho tuvo autismo,y que se ha recuperado.Según Christian ya salió del diagnóstico. Sus desafíos hoy son mejorar el contacto visual, y trabajar sobre los vínculos con sus pares, tratar que amplíe sus intereses. Un nene encantador, Armamos un pueblo juntos, yo hice de josé, un muñequito y el era Iki. Juntos fueron a tomar café, armaron valijas para ir de viaje, fueron al super. un juego imaginativo impresionante.
Marie me decía que creía que su increíble evolución se debió a que fue estimulado desde muy pequeño. Sin embargo Franco también fue estimulado desde los dos meses. Creo que la gran diferencia es que Marie decidió creer en su hijo y no en los profesionales. Ella me dijo que estaba convencida que lo que tenía Mati era pasajero, que iba a salir. Yo le creí a los médicos.

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