Adiós a CEUPA

Nada es permanente, todo surge y desaparece, cada cosa de nuestra vida puede tomarse como oportunidad. estoy segura de esto. así como dije que el 2011 iba a ser impresionante para mí. no me equivoqué. no puedo creer todo lo que pasó este año. no me arrepiento de todo lo que viví. Se que tengo mucho por aprender. Me doy cuenta que no siempre elijo la felicidad a pesar de tenerlo como meta. No quiere decir que no se puede. Tampoco los desafíos que hoy me tocan son tan grandes para ponerme a prueba, por suerte. Realmente confío que el universo es amigable y algo nuevo está por venir. Cuando asumí el compromiso de ser presidente de CEUPA lo hice con la convicción de ayudar a otros a conocer lo que a mí me había cambiado la vida y a partir de eso la vida de Franco también. No podía dejar de contarlo, por lo mismo que escribí alguna vez: si alguien me hubiera contado que esto existía antes hubiera sido fantástico.Lo leo todo el tiempo en las familias que abrazaron el desafío, lo leo en los mensajes llenos de gratitud de las familias. lo veo en los videos llenos de amor en los playrooms llenos de amor incondicional, aceptación y entrega de quienes están hoy haciendo Son Rise. Esto es lo que da sentido a lo que hago.
Eso es lo que me apasiona, poder ayudar a otros a que conozcan esta forma de abordar el autismo, las personas que se van junto conmigo tienen la misma pasión:Soledad, Rodrigo, Xexa, Paula e Ine. Hoy nos vamos porque creemos que los objetivos de la asociación no pasan por este lugar, no digo que esté ni bien ni mal,es lo que es.
Y cuando uno siente que la frecuencia no coincide con lo que uno siente, que uno no vibra en sintonía en un lugar, lo mejor es ir en busca del lugar donde uno quiere estar. Somos libres de seguir nuestras convicciones y el desapego tiene que ver con soltar lo que no nos lleva a donde queremos, es así. Todo es para aprender. Esta filosofía es para la vida.