jueves, 23 de diciembre de 2010

En el mar.


Hacía varios años que no veníamos a la costa y no sé bien por qué, este año sentía la necesidad de venir. Sabía lo que quería con precisión, una casa al mar, no importa dónde, solo a metros del mar. Últimamente todo lo que deseo parece que se concreta de una forma asombrosa (confieso que leí el secreto y lo aplico bastante).
Encontré una casita a veinte metros de la playa, lo que hace que podamos ir a ver el amanecer (en realidad a ver el sol, porque estoy en 18 minutos de “sungazing”), volver a dormir un rato mas, ir a la playa hasta que el sol está fuerte, regresar después , y a eso de las seis calentar agua y tomar unos mates en la playa. Algo soñado, agregando que a la noche salimos a caminar con luna llena por la playa. Esto es realmente lo que quería pasar.
Franco está increíble, desde el viaje, abrasándose a su hermana, compartiendo con nosotros como nunca. Pensaba en las veces que me preguntaban otros papás como se hacía para socializarlo, si estaba encerrado todo el día en la casa. Hoy tengo la respuesta, Franco cada vez está mas capacitado para desenvolverse en el mundo que lo rodea, ahora no es un mundo hostil, es un universo amigable para él. También me doy cuenta que necesita seguir este proceso, porque si bien está superconectado, también hay momentos en que se excluye, evidentemente por tanto estímulo externo, y aumentan sus isms, como hacer burbujitas con la boca, y el aleteo con sus manos.
Según el programa SonRise deberíamos seguir con el programa aquí durante mas o menos cuatro horas diarias, pero la verdad es que es tan hermoso estar en conexión con tanta naturaleza que retomaremos después, son sólo cinco días.
Está tan felíz de estar acá
Cada vez que puede nos pide “Maaaa” que no soy yo sino “MAR”.
Como nunca se cuida él de no perdernos de vista, lo que hace que no tenga que perseguirlo como antes que se iba sin rumbo por cualquier lado. También elije estar en la orilla con alguien y no sólo, pero si le digo que me voy a sentar un rato y que igual lo veo, se queda, no muy contento pero acepta la propuesta. Llama a su hermana “solana” y nos abraza todo el tiempo.
No recuerdo haber pasado unas vacaciones tan completas y felices…y eso que van solo dos días.

3 comentarios:

  1. Vivi!!!!!!!!! que lindo verlos disfrutar

    Agradezco a la vida por este regalo, y como dice Mary vamos por mas !!!!!

    Los quiero !!!!!!!!!!!

    ResponderEliminar
  2. Me encanta verlos bien y disfrutando!!! se lo merecen!!!!.Algún día llevaremos a Ivi a conocer el mar..., Un beso enorme y Feliz Navidad! Andy, Dany e Iván

    ResponderEliminar
  3. Vivi, que intensa felicidad que transmitís. Si alguien quisiera saber que son una vacaciones perfectas, debería leer este relato tuyo. Me alegro infinitamente.

    ResponderEliminar

gracias por comentar, tu opinión es importante y nos gusta saber que compartimos (o no) el camino